EL PEREJIL
El “Petroselinum sativum” o perejil es conocido en la historia de la alimentación desde hace más de 4000 años. Los judíos para celebrar la Pascua toman perejil crudo bañado en agua salada, símbolo de la amargura y las lágrimas.
El perejil es muy nutritivo sobre todo en vitaminas y minerales. En cuanto a vitaminas podemos destacar las vitaminas A, B2, B6 y C y en cuanto a minerales el perejil nos aporta calcio, hierro y potasio, además, es muy útil para evitar la retención de líquidos, las inflamaciones y la celulitis: el perejil es un diurético natural.
Se puede emplear en casi cualquier plato y conviene usarlo crudo para preservar así sus vitaminas. El perejil lo hay de hojas planas y de hojas rizadas. El plano posee un sabor más fuerte y persistente. El rizado tiene un sabor más suave, casi dulce.
En la cocina se utiliza sobre todo en platos calientes y salsas, sin embargo también es delicioso sobre ensaladas de todos los tipos. En cualquier despensa que se precie no puede faltar el perejil fresco, es esencial para dar sabor y decorar múltiples platos.
Hay muchas recetas donde el perejil es imprescindible, como la merluza en salsa verde, los champiñones al ajillo, el cordero asado tradicional, la receta de rovellons o el bonito en escabeche.