ELABORACIÓN

Se divide la harina en 4 partes. Se forman dos círculos con ella en forma de volcán, uno con 3 partes de harina y otro con una. En el más pequeño se esparce la levadura y se incorpora la mitad de la leche. Se amasa hasta que se despegue de la mano añadiendo harina del otro montón si es necesario. Ser sumerge ésta bola en agua tibia hasta que flote. Sobre el círculo más grande se pone la sal, el azúcar, la leche restante y un huevo, una vez amasados éstos ingredientes, se añade la mantequilla blanda y la bola de masa. Se amasa todo a fondo hasta conseguir una masa fina y elástica. Se deja reposar la masa tapada con un paño en un lugar tibio hasta que fermente y doble su volumen. Se vuelve a amasar. Se forma un cilindro y se corta en 10 porciones iguales. Se hace con cada una un bollo en forma de huevo con las manos ligeramente enharinadas. Se colocan sobre una fuente de horno previamente engrasada. Se cubre la fuente con un paño y se deja en lugar tibio hasta que doble su volumen. Se les hace entonces un corte límpio en el centro. Se pinta la superficie con el otro huevo batido. Encima del corte se esparce por cada uno una cucharada de azúcar. Se ponen a horno fuerte y se dejan cocer hasta que estén dorados, unos 10 o 15 minutos.