ELABORACIÓN
Pelar y trocear al mango.
Echar la pulpa en una cacerola con un poco de aceite, añadir el zumo del medio limón, la tacita de agua y cocer a fuego lento hasta que se ablande el mango.
Añadir la cucharada de miel y cocer unos minutos más.
Apartar del fuego y batir en la batidora hasta obtener una salsa fina y homogénea.
Quitar la piel del bacalao y secarla bien.
Poner aceite en una sartén y freír lentamente la cayena y, a media cocción, incorporar las pieles hasta que estén crujientes.
Reservar sobre papel absorbente.
En el mismo aceite, cocer el bacalao a fuego lento con una cucharadita de pimentón de la vera.
Colocar el bacalao en el plato regado con su propio jugo, acompañar con la salsa de mango y las pieles crujientes.