ELABORACIÓN
Se tornean las patatas, que deben de ser grandes y lisas, como si fueran cazuelitas de unos seis centímetros de diámetro, se vacían con una cucharilla y se deja un centímetro de alto en el fondo.
Se ponen en una cacerola con agua fría y sal, se ponen a cocer seis minutos; pasado este tiempo se sacan, se pasan por un poco de harina y se fríen en aceite, dejándolas muy doraditas.
Se preparan los huevos mollets, se hierven los huevos en agua caliente y sal unos 10 minutos y se reservan.
Se cuecen los guisantes en agua hirviendo con sal y cuando están tiernos, pero sin deshacerse, se sacan del agua y se ponen a escurrir; ya escurridos, se saltean en la mantequilla y se dejan al calor.
Se escaldan los tomates durante dos minutos, se les quita la piel, se parten por la mitad y se estrujan para quitarles el agua y pepitas.
Se cortan en cuadritos sobre la tabla de madera y se fríen en aceite durante diez minutos.
Se pone el caldo en una cacerola, se calienta y cuando rompe a hervir se agrega la cucharada de maicena desleída en dos cucharadas de agua fría, se deja hervir dos minutos y se le agrega diez gramos de mantequilla y una cucharadita de jerez.
Se preparan las cazuelitas de patatas poniendo una cucharada de guisantes en el fondo y una cucharada de salsa, se coloca un huevo y encima un poco de tomate frito con un punto de perejil en el centro.
En una fuente se colocan las cazuelitas y se cubre el fondo con la salsa.
Se sirven muy calientes.