ELABORACIÓN
Para conseguir el granillo de almendra, poner en el molinillo la almendra entera y dar unas vueltas muy pocas.
Para conseguir la pasta de almendra, poner en el molinillo la almendra entera y dejar moler mucho tiempo hasta obtener la pasta de almedras.
Poner lo primero la manteca de cerdo con azúcar glass y dejar que se lige bien.
A continuación añadir la vainilla, la almendra en granillo, la pasta de almendra y por último la harina.
Amasar bien hasta que la masa quede bien empastada.
El resultado debe de ser una masa muy tierna.
Para que no se pegue, pondremos harina en la mesa.
La estiraremos con el rodillo y cortaremos con un cortador.
Se ponen las piezas en una chapa de horno, se pinta la parte superior con yema de huevo y se le pone encima una almendra entera cruda.
Se meten en el horno solo con el calor en la parte de arriba, un simple sollamado, por lo que el horno hay que ponerlo a máxima potencia, si se pone mas bajo, el resultado será un mantecado recocido y duro.
Dejar en el horno pocos minutos.
Cuando veamos que cojen color dorado por encima, sacarlos y dejar enfriar.
Una vez frio espolvorear con azúcar glass.