ELABORACIÓN
Marisco en albóndigas.
En un recipiente ancho para poder trabajar bien, se pone la carne picada de cerdo, los mejillones ya hervidos y ligeramente picados con el cuchillo, los trozos de rape ya fritos y también picado junto con un tercio de los langostinos ligeramente salteados y cortados a trocitos. Se le añade la leche, la sal, el ajo y el perejil, el huevo y las rebanadas de pan frito machacadas en el mortero con el ajo y perejil. Amasar bien la carne y el pescado con un tenedor. Formar unas albóndigas no muy grandes. (Vale mas, hacerlas pequeñitas, puesto que son mas apetitosas y visualmente quedan mejor en el plato que presentadas excesivamente grandes). En una cazuela aparte, freír la cebolla y las zanahorias cortadas en juliana.
Una vez estén en su punto, se añade el pimentón dulce y seguidamente para que no se queme (ya se sabe que el pimentón se quema rápido).
Se echa el tomate frito o sin freír. En este último caso, lo tendréis unos ocho minutos a fuego lento hasta que esté en su punto.
Se añade posteriormente, el coñac y el vino blanco junto con el “fumet” justo, para cubrir las albóndigas, una vez que se hayan frito aparte, en aceite bien caliente.
(Incorporar dentro de la salsa, las albóndigas bien escurridas de grasa). Dejar hervir lentamente en este caso, unos quince minutos más o menos y con la cazuela tapada, como normalmente se hace con todos los guisos para que así, no pierdan su aroma y sabor. Se comprobara y rectificara al final de sal y ligaremos la salsa con un poco de harina.
Se dejará en ebullición lenta, unos cinco minutos más para que cueza la harina. Se acompaña el plato, con langostinos fritos y triángulos de pan.