ELABORACIÓN
El secreto de un buen carpaccio es cortar la carne elegida en lonchas muy finas.
La carne que se haya comprado se mete en el congelador de 2 a 3 horas, para que se endurezca y no se congele del todo.
Se corta entonces con una máquina de cortar en lonchas o con un buen cuchillo; debe quedar muy finita, en exceso, casi.
Media hora antes de servirlo, se bate muy bien con un tercio del aceite y parte del zumo de limón y se pone en una fuente de cristal para que macere.
Se deja en la nevera durante este tiempo, ha de servirse muy frío.
Se saca, se escurre, se salpimienta por los dos lados en el mismo plato donde se irá a comer, pues al ser tan fina, la carne no admite mucha manipulación.
Hacer una mayonesa corriente, con el resto del aceite, huevo, el resto del zumo de limón y sal, pero más fluida y que se hará con zumo de limón en vez de vinagre.
Una vez hecha se le añade la cáscara de limón rallado.
También se pone al frío y se sirve en salsera.
La carne se puede adornar con algo de lechuga o berros.