ELABORACIÓN

Se colocan las chuletas sobre una bandeja de horno.
Se parte el tomate en lonchas más o menos finas (a gusto de cada uno)
Sobre cada una de las chuletas se coloca una loncha de queso, encima una rodaja de tomate, y se espolvorea orégano por encima.
Se añade un poco de aceite por encima y se mete al horno medio a unos 180º centígrados.
Como este tipo de carne no necesita demasiada cocción, se retiran del horno cuando el queso ha empezado a derretirse (pero sin pasarse o se quedará sobre la bandeja de horno).