LAS MEJORES RECETAS REFRESCANTES PARA EL VERANO
Los hábitos culinarios cambian durante el verano. Con temperaturas que pueden alcanzar los 40 grados, el cuerpo pide recetas ligeras y frescas, que sostengan el calor y permitan al cuerpo digerir la comida. El primer paso para obtener buenos resultados en la cocina durante esta fase del año es elegir ingredientes de buena calidad, como los productos de Lidl, que garantizan la mejor puesta a punto para esos platos con los que queremos hacer frente a las olas de calor y, de paso, sorprender a tus invitados en casa durante la época estival.
Una de las comidas habituales en los hogares españoles durante el verano es el gazpacho. No falla en las comidas o cenas, ya sea como entrante o incluso puede ser el plato principal. Ingredientes cien por cien naturales, un aroma a verdura mediterránea y un paso previo por la nevera para saltar a la mesa con un intenso sabor a frescura. La receta es muy sencilla y si alguien todavía no se ha atrevido a preparar un gazpacho en casa, éste es el momento. El plato tradicional incluye tomates, unos seis para dos personas, un pepino, un pimiento rojo, un trozo de pan, dos ajos, aceite, sal y medio vaso de agua. Si bien la base de este plato es el tomate, el resto de ingredientes pueden variar, ya que aquí depende del gusto de cada persona. También se puede colocar, por ejemplo, media cebolla. El paso importante es colocar todo en una batidora y darle al ‘play’. Si el consumo será inmediato, entonces es una buena idea triturar hielos para ganar frío. El proceso ideal consiste en prepararlo un par de horas antes de su consumo, de manera que puede estar un tiempo en la nevera.
Todos conocemos el gazpacho de tomate, pero ¿conocías el de melón? El proceso de elaboración es similar y el cambio se encuentra en los ingredientes. El tomate se sustituye por el melón y el pimiento, en este caso, es verde. El resto de productos no cambian. Otra opción es el gazpacho blanco, que también procede de la tradicional gastronómica andaluza. Este formato aporta un huevo duro, almendras, pasas, piñones y una manzana dulce. Quien busque un plato más exótico puede elegir la sandía como pieza principal.
La vichyssoise, tradición francesa muy consolidada en nuestro país
Una alternativa para comer platos frescos en verano es la vichyssoise, una crema fría que tiene su origen en el país vecino y que también admite diferentes variantes. El puerro es el protagonista en el formato tradicional. Esta verdura se cubre de mantequilla y se calienta a fuego lento durante unos diez minutos. A continuación, se añaden patatas peladas y cortadas, y un caldo de pollo o de verduras, según la preferencia. Tras treinta minutos en la sartén, pasamos al proceso del batido de los alimentos, en el que se incorpora nata líquida. La ventaja de este plato es que está delicioso tanto frío como caliente, por lo que sirve para cualquier etapa del año. Ya que estamos en verano, lo guardamos en la nevera y dentro de un par de horas estará listo para servirse.
La vichyssoise también se puede elaborar con otra base, como manzanas, peras, calabacines, pepinos o aguacates. Se cocina, si es el caso, previamente, antes de pasar a la batidora, donde todo se mezcla y se combina en un único plato. Entre las ventajas de este plato es la elaboración, cien por cien casera, o el hecho de estar producido con productos naturales, que pasan de la tierra a la cocina.
Elenco de ensaladas y entrantes
Sí, es un plato que se mantiene durante todo el año; si bien gana protagonismo en verano, ya que en muchas ocasiones se utiliza como plato principal. La ensalada aporta la frescura que se necesita en la época más calurosa. Hay muchas opciones y la que nunca falla es la ensalada campera, que incluye tomate, patata, olivas, huevo, atún y alguna especia a gusto del cocinero. La ensalada de lentejas es una opción más consistente que puede servir como la comida del día. Se colocan lentejas hervidas, acompañadas de diferentes verduras como pimiento rojo y verde, zanahoria, maíz y pepinillos. Es un plato que se sirve frío, así que debe estar unas horas en el frigorífico antes de su consumo.
La ensalada de garbanzos sigue un proceso similar. Se suele servir con aceitunas negras y lacón o jamón cocido, entre otras verduras que aportan el clásico toque mediterráneo de este modelo de cocina. Otras opciones para refrescar el verano por medio de la comida, y en formato de ensalada, son la pasta o la col americana.
Respecto a los entrantes fríos, el éxito es compartido para la ensaladilla rusa, los boquerones en vinagre, las anchoas o las patatas con salsa alioli, que se sirven frías. Todos ellos acompañan al plato principal y son ideales para refrescarse en verano.