ELABORACIÓN
Poner el bacalao en remojo con agua fría durante 36 horas.
Se debe de cambiar el agua cada 8 horas para que el bacalao esté completamente desalado.
Una vez transcurrido el tiempo reglamentario, se procede a cortar el pescado en trozos regulares, pero que no sean demasiado gruesos.
A continuación, pasarlos por la harina y freírlos en una cazuela de barro puesta al fuego con el aceite.Reservarlo.En el aceite sobrante, freír la cebolla en rodajas y los ajos en láminas finas.
Antes de que se tuesten, añadir los pimientos cortados en tiras y pelados, y el tomate pelado y sin pepitas.Dejar que se haga a cocción suave hasta conseguir una salsa muy espesa.
Salpimentar y añadir una pizca de azúcar para quitarle acidez al tomate.
Por último añadir los trozos de bacalao, dar unos hervores y servir inmediatamente.